Extremadura New Energies (ENE) ha registrado hoy en la Consejería para la Transición Ecológica y la Sostenibilidad del Gobierno regional el documento inicial del proyecto industrial integrado de procesado de litio que la compañía proyecta en Cáceres.
Se trata, según ha explicado el consejero delegado de la empresa, Ramón Jiménez, de una figura que contempla la Ley 21/2013 de Evaluación Ambiental, previa al inicio del procedimiento de EIA ordinaria, cuyo objeto es solicitar que el órgano ambiental elabore el Documento de Alcance del estudio de impacto ambiental (ESIA) que deberá presentar en un plazo de 3 meses y que deberá recoger los informes de las distintas administraciones y personas afectadas en relación al proyecto que se promociona para, a la vista de la información que contienen, poder redactar el estudio de evaluación ambiental del proyecto de la forma más adecuada. .
Jiménez ha señalado que la decisión de dar este paso, en este momento, ha sido por indicación de sus servicios jurídicos al no interferir en la tramitación administrativa del proyecto y para solventar las dudas que pudieran quedar aun pendientes entre la población cacereña.
Para ello se ha solicitado a la Administración “que elabore el Documento de Alcance del estudio de impacto ambiental (ESIA)” que tendrá que presentar en el futuro. “De esta manera cuando presentemos formalmente el estudio de evaluación ambiental podremos incorporar al mismo las valoraciones e indicaciones que nos hayan trasladado los técnicos”, ha apuntado.
Se trata de un documento que incluye todos los detalles del proyecto, que coinciden con lo que la empresa ha venido explicando a lo largo de los últimos meses. Así, ha indicado Ramón Jiménez, “da respuesta a todo lo que nos han trasladado tanto los vecinos de Cáceres como las administraciones en materia de sostenibilidad medioambiental”, por lo que se ha minimizado al máximo el impacto del proyecto en el entorno. Por otra parte, el consejero delegado de Extremadura New Energies ha dejado claro que la compañía apuesta por la máxima transparencia y por poner toda la información al alcance de los ciudadanos, hasta el punto de que el mismo documento que se ha registrado en la Junta de Extremadura estará disponible desde hoy mismo en la web de ENE.
El proyecto
En el proyecto se señala que tendrá una duración de 31 años de los que 2 serán de preparación y construcción, 3 de rehabilitación y cierre y 26 de explotación. La previsión es que en esos 26 años de periodo de explotación se tenga una producción nominal de 19.470 toneladas de hidróxido de litio al año y un montante total de 467.000 toneladas de hidróxido de litio en grado batería.
Desde Extremadura New Energies (ENE) se ha recordado que el litio es uno de los 30 elementos considerados como “materiales críticos” para la UE por el riesgo de desabastecimiento, lo que muestra la importancia del proyecto de Valdeflórez, que tendrá una extensión de 2 cuadrículas mineras (equivalente a unas 60 Has).
El proyecto es de “minería interior” con relleno de los huecos excavados, lo que es la constatación de que se ha descartado completamente el proyecto inicial a cielo abierto, atendiendo así al proceso de escucha activa y a los compromisos con la sociedad cacereña.
Esta solución, según se señala en el proyecto, reducirá no solo la huella del área de explotación, sino también la de la instalación de estériles y acopios. La planta, totalmente encapsulada, estará integrada en el entorno y el tratamiento, al ser pionero, además de generar hidróxido de litio grado batería, permitirá que los “estériles” generados puedan ser reutilizados en el sector agropecuario, de construcción o industria, favoreciendo la economía circular. Además, dicha planta cuenta con un sistema de aislamiento acústico para evitar ruidos en el exterior del recinto.
El método de explotación minera seleccionado es el de interior con la técnica denominada “taladros largos y subniveles” consistente en una explotación “por niveles en los que se abren cámaras discontinuas que posteriormente serán rellenadas con una mezcla de estériles de planta y cemento, denominado pasta”. Esta técnica es viable económicamente y, sobre todo, “la más respetuosa con el medio y con las características del proyecto”, se ha destacado.
La mina se conforma con un total de 18 subniveles diseñados a 20 metros de altura. Cada tres subniveles se agrupan formando un nivel de mina. Se crearán 6 niveles principales.
Ubicación
En cuanto a la ubicación, se ha trabajado con criterios que garanticen que no se producirá afección al valle de Valhondo, además de que sean suelos compatibles con la actividad, estén alejados del casco urbano y cuente con una orografía idónea para minimizar la superficie de afección, buscando zonas ya alteradas por la actividad humana.
El documento registrado recoge tres alternativas para el proyecto de Extremadura New Energies y que reunirían todos los requisitos previos.
La primera de las opciones es la denominada “El Guijarro” en el km 6 del margen izquierdo de la EX206. El suelo permite la actividad extractiva y es una alternativa con fácil acceso, que ya está alterada por el ser humano. El diseño estaría integrado en el medio respetando las pendientes naturales de la zona y no superando las cotas del entorno.
La segunda es la denominada “Sur”. Se ubica en el Cerro Milano, por encima de la alternativa de Guijarro. Se encuentra más cerca de la zona de explotación y es la más alejada del núcleo urbano.
La tercera y última alternativa de ubicación es la conocida como “Las Muesas” en la zona norte del valle de Valhondo. Esta alternativa se asienta en un terreno que está “altamente modificado” por la actividad del hombre con la presencia de múltiples plantas, paneles solares, etc.
En todos los casos, se ha recalcado, el entorno del proyecto minero no coincide con Espacios Naturales Protegidos declarados, contará con una planta totalmente encapsulada e integrada en el entorno para no generar afección.
El proyecto contempla un plan de rehabilitación para todo el entorno con el fin de prevenir cualquier efecto negativo sobre el medio ambiente y sobre las personas consiguiendo la mayor integración en el entorno y minimizar el impacto visual de las estructuras.
Por último, se ha recordado el impacto económico que tendrá para la ciudad y para la región puesto que durante la etapa de construcción se estima un pico de 1.500 trabajadores contratados de manera directa a los que se suman otras 700 personas contratadas de manera directa durante el proceso de explotación. Además, la previsión es que se creen otros 2.100 empleos indirectos.